«Let There Be Witchery» de Midnight (2022, Metal Blade Records)

La primera vez que escuché Midnight, allá por 2011, fue con su magistral debut Satanic Royalty, un tremendo álbum en el que conviven cantidad de géneros y que prácticamente me encandiló por la combinación de su black metal con tintes a los Motörhead de los ochenta que daba como resultado un álbum muy completo y que en compañía de buena cerveza se disfruta de la mejor forma que uno podría imaginar.

Su segundo elepé, No Mercy for Mayhem, llegó tres años más tarde y rápidamente se convirtió en uno de mis favoritos de 2014. Manners Of Hate no había cobrado vida por aquel entonces y yo imaginaba qué habría escrito sobre un álbum tan redondo como este segundo larga duración. La velocidad y la crudeza de Midnight había llegado para quedarse y con No Mercy for Mayhem se establecía como un proyecto sólido y constante que por aquel entonces ya contaba con cuatro EPs, dos discos de estudio cuatro splits y tres recopilaciones cargadas de rabia y mucha, mucha velocidad.

Con Sweet Death and Ecstasy no acabé conectando de buenas a primeras, quizá me pilló fuera de juego y no supe valorar como es debido una obra como esta con la que finalmente conecté de nuevo y, de alguna forma, volví a subirme al carro de Midnight. De todas formas sigo pensando que en ocasiones baja demasiado el ritmo y en ese sentido prefiero sus dos primeros discos, más rápidos y directos. Sin embargo, con Rebirth & Blasphemy entré de lleno en la primera escucha y me pareció muy superior a su predecesor, opinión que mantengo hoy día.

El álbum abre con la oscura y rápida Telepathic Nightmare como cabría esperar en cualquier álbum del fuera de serie Jamie Walters, la persona tras el seudónimo de Athenar. De nuevo nos sumergimos en este desolador universo creado por Midnight en el que todo puede suceder. La desgarradora voz de Athenar sigue ofreciendo registros provenientes del mismísimo averno como en su día ya hiciere el visionario británico conocido como Cronos, líder de los pioneros Venom que claramente han influenciado la música de Midnight en todos y cada uno de los sentidos.

Si el arranque de este Let There Be Witchery es rapidez pura y dura, el resto del álbum no se aleja en absoluto del punto de partida ¿A caso alguien esperaba algo distinto? El fuego y el acero se dan cita en Frothing Foulness como si de un único elemento se tratase, combinando la agresividad y la potencia con un sonido afilado y a la vez puramente demencial, marca de la casa. Los solos de guitarra están a la orden del día y pese a que la fórmula de Midnight no se aleja de lo que ya hemos escuchado en anteriores lanzamientos, sorprende cuanto poco la forma abruta con que concluye este segundo corte para dar paso a una pegadiza In Sinful Secrecy con la que continúa dando guerra y placer a partes iguales.

Habiendo citado a Venom en un primer momento, llega la hora de nombrar a los ineludibles Motörhead de Lemmy, otra de las bandas pivotales en el desarrollo de la música y técnica del multinstrumentista estadounidense. La melodía y la velocidad engendran una bestial Nocturnal Molestation con la que vuelven a elevar el speed a su mayor exponente. El sonido demencial que Midnight alcanza en este álbum es de una locura suprema, y es que Athenar busca la perfección en cada una de sus composiciones que dan vida a este proyecto.

Cierra la primera cara del álbum una pesada pero más relajada More Torment con la que el músico aprovecha para juguetear de lo lindo con riffs portentosos y corpulentos que nos sumergen en las tinieblas de una forma placentera para golpearnos de lleno con Let There Be Sodomy, un corte mucho más afilado y revolucionado cargado de punteos a medio camino entre el speed y el thrash más cafre. Los golpes de batería acompañan en todo momento para deleitarnos con una base rítmica que se te mete en la quijotera y que se te queda grabada a fuego después de acabar la primera vuelta del álbum.

Devil Virgin arranca con un sonido mucho más heavy que sus predecesoras y nos mete poco a poco en un medio tiempo influenciado por la NWOBHM para desviarse del camino conforme llegamos al estribillo. Este tema en cuestión tiene cierto aroma al metal germano de los primeros Accept, hablando de la parte rítmica, aunque llevado al terreno de Midnight. De pronto nos topamos con Snake Obsession y todo salta por los aires. Las guitarras se revuelven y la batería galopa a todo trapo mientras Athenar escupe cada una de las palabras que dan vida a esta maravilla sónica que es capaz de volarte los sesos en menos de tres minutos de duración.

Se acerca el ocaso y llega el momento de agarrar unos litros y corear a pleno pulmón el estribillo de Villany Wretched Villany, uno de los temas más adictivos de todo el álbum que sería un error dejar fuera del setlist en la presentación del álbum en vivo. Aún a día de hoy hay gente que me sigue preguntando qué le veo yo a este proyecto que no encuentre en otras bandas del género. No tengo una respuesta, pero si esa gente escuchase este tema estoy seguro que podrían entenderlo con más facilidad.

Llega el momento de despedir el álbum con un auténtico himno: Szex Witchery. Athenar sigue revolucionando el panorama metálico con esa mezcla de géneros muy influenciada por el black metal con toques de speed y algo de punk, aunque aquí sigue demostrando que el jugueteo con el heavy está más presente que nunca. El riff principal es una delicia y me recuerda en parte al brutal Headbanger Bitch de los ya desaparecidos Wastëland Riders, aunque en cierto modo tiene un aire muy cercano al brutal No Glory Found de los también desaparecidos Speedtrap, por poner dos ejemplos diferenciados pero a la vez tan similares.

Szex Witchery no se entretiene en ningún momento y te deja con ganas de mucho más, y esa es una de las principales virtudes de Midnight. Puedes pinchar sus discos uno detrás de otro y nunca llegas a aburrirte de escucharlos. Midnight nos descubre de nuevo esta colosal combinación de black, thrash y speed con un álbum sobresaliente que rápidamente se sitúa en uno de mis favoritos de la banda y de lo que llevamos de año.

Tracklist Let There be Witchery:

  1. Telepathic Nightmare
  2. Frothing Foulness
  3. In Sinful Secrecy
  4. Nocturnal Molestation
  5. More Torment
  6. Let There be Sodomy
  7. Devil Virgin
  8. Snake Obsession
  9. Villainy Wretched Villainy
  10. Szex Witchery

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