«Eyes Of Oblivion» de The Hellacopters (2022, Nuclear Blast)

The Hellacopters es una banda que no necesita presentación alguna, uno de esos proyectos paralelos que cobra vida en 1994 y que poco a poco fue ganando más y más terreno hasta consolidarse como una banda con nombre propio con la salida de su álbum debut, Supershitty to the Max!, lanzado en 1996 primero en formato vinilo en una tirada muy limitada y posteriormente en CD.

Este proyecto liderado por el entonces conocido Nicke Hellacopter, al que también hemos conocido como Nick Royale, acabaría dando tanto de sí que finalmente debería abandonar su proyecto principal, Entombed, para dedicarse en cuerpo y alma a la bestia que había formado inicialmente con Dregen (Backyard Babies). Junto al guitarrista Anders Boba Fett Lindström (The Diamond Dogs), el bajista Kenny Håkansson (Entombed) y el baterista Matz Robban Robert Eriksson darían vida a los dos primeros trabajos de la banda, el ya mencionado Supershitty to the Max! y Payin’ the Dues, lanzado en 1997. Fett únicamente se encargaría del trabajo como teclista en The Hellacopters desde su formación.

Dregen acabaría abandonando The Hellacopters tras editar su segundo trabajo para dedicarse por completo a Backyard Babies, que por aquel entonces se encontraba trabajando en su también segundo disco de estudio, Total 13, lanzado en 1998. Con la salida de Dregen, Anders Boba Fett Lindström asumiría el rol de guitarrista en el tercer álbum de estudio, Grande Royale, lanzado en 1999. Con la incorporación del difunto Robert Dahlqvist como guitarrista y de nuevo con Fett a los teclados, The Hellacopters ofrece su mejor trabajo hasta la fecha recién entrado el nuevo milenio, High Visibility, un álbum aclamado tanto por la prensa como por el público en el que se alejan por completo del garage rock más sucio de sus primeros discos y donde presentan una madurez que se hace presente en las trece nuevas composiciones que dan vida a este magnífico trabajo.

En 2002 regresan al estudio para ofrecer un álbum totalmente atemporal, By the Grace of God, disco que además presentaría el emblema que la banda utilizaría a partir de ese momento y que se convertiría en el sello de identidad del quinteto sueco. En 2005 seguirían aumentando su discografía con un tristemente olvidado Rock & Roll is Dead con el que seguirían explorando el lado más melódico de la banda a la vez que mantienen ese sonido que les había caracterizado durante sus primeros diez años de banda.

En 2008, sin embargo, llega la hora de despedir a The Hellacopters por todo lo alto con un solvente álbum como es Head Off, un disco compuesto por doce versiones de artistas que han influenciado a la banda a lo largo de los años con el que ponían punto y final a una carrera de catorce años en la que cosecharon todo tipo de éxitos y con el que sentaron un precedente en la historia de la música. Hubo que esperar ocho largos años hasta que The Hellacopters resurgiría del abismo de la forma más grande, rememorando su álbum debut al completo en directo en una noche que pretendía ser única.

El éxito de su reunión llevó a replantear a sus miembros originales la reunión total de The Hellacopters, fichando a Sami Yaffa de Hanoi Rocks como bajista para cubrir algunos conciertos de 2017 tras la marcha de Kenny Håkansson. Con Dolf DeBorst como bajista oficial desde 2018, la banda anunciaba un regreso a tiempo completo a partir de entonces, participando en numerosos festivales por todo el mundo desde entonces, así que lo único que quedaba por hacer era regresar al estudio para grabar un nuevo álbum. Así fue como en diciembre del pasado año anunciaban el esperado resurgir de The Hellacopters estrenando el single Reap a Hurricane, dando la bienvenida a Eyes of Oblivion por todo lo alto.

Catorce años después de hincarle el diente a Head Off es algo complicado mantener la cordura y no dejarse llevar por los sentimientos hacia una banda que facilmente pondría en una posición bastante elevada de mi ranking personal. A veces es complicado dejar a un lado los sentimientos y enfrentarse a un álbum de forma objetiva, y en el caso de Eyes of Oblivion he intentado mantener la forma para no colocar a este álbum en un pedestal antes de redactar esta reseña. He tenido que escuchar el álbum varias veces a lo largo de semana y media para poder asentar todas las ideas y sentimientos que inundaban mi cabeza mientras me deleitaba con la octava aventura de los suecos en el estudio.

¿Qué puedo decir de Eyes of Oblivion en términos generales? Es difícil ofrecer un veredicto claro y conciso cuando hablamos de The Hellacopters, pues aquí hay mucha tela que cortar. A grosso modo puedo decir que Eyes of Oblivion es un gran álbum de rock de la vieja escuela, un disco de escasos treinta y cuatro minutos que se pasa en un suspiro y que facilmente puedes pinchar tres veces seguidas sin darte cuenta. Esto no es nada nuevo para los amantes de The Hellacopters, pues una de las mayores cualidades de la banda es lo bien que entran en cualquier momento del día.

No han perdido el gancho, hay muy buenas ideas y es un gran álbum, pero también he de decir que no es ninguno de los discos que habían lanzado con Dregen. Hay cortes muy adictivos como Eyes of Oblivion o The Pressure’s On, temas que suenan cien por cien The Hellacopters, aunque tampoco tienen el distintivo de la banda que sí encontrábamos en High Visibility. Hay ciertos temas que bien podrían ser descartes de Imperial State Electric o que probablemente podríamos encontrar en cualquiera de sus discos, en cierto modo parece que Nicke se ha puesto a componer con total libertad y que Dregen ha tenido el protagonismo justo. ¿Es esto algo necesariamente malo? En absoluto. Eyes of Oblivion es un grandísimo álbum que podría ser la obra maestra de cualquier otra banda del mismo género.

Hay mucho sentimiento encerrado en este álbum y la prueba de ello es la profunda So Sorry I could Die. Aquí es donde reside la magia de The Hellacopters, ofreciendo un tema totalmente atípico en su catálogo que nos muestra un Nicke totalmente entregado en el que además Dregen se luce a las seis cuerdas con un emotivo y desgarrador solo de guitarra. Probablemente el tema más atípico sea el más interesante de este interesante Eyes of Oblivion, donde además podemos ver a un Anders Lindström totalmente cohesionado con la banda haciendo las delicias de aquellos que hemos gozado siempre con sus aportes como teclista en The Hellacopters.

La rápida Can It Wait suena fresca y es perfecta para encadenar la brutal Reap a Hurricane con la que nos dan la bienvenida antes de pasar a la mencionada So Sorry I could Die, pero es totalmente abrumador cuando Eyes of Oblivion hace acto de presencia. El álbum levanta por completo cuando el tema título sale a la palestra, uno de esos cortes cien por cien The Hellacopters que no faltará en ningún directo a partir de ahora. Con A Plow and a Doctor baja un poco esta primera cara del álbum sin aburrir en ningún momento, aunque la sensación de haberla escuchado antes ya se hace presente.

Quizá la segunda cara sea la que sale más mal parada, aunque arranca de la forma más enérgica posible. Positively not Knowing inaugura la cara B de Eyes of Oblivion con ritmo y con un puñado de riffs sólidos que desgraciadamente se ve resentida con la entrada de una menos inspirada Tin Foil Soldier. De entrada fue uno de los cortes que más me gustaron de todo el álbum, pero a medida que he ido escuchándolo me he decantado por otros cortes más marchosos como Beguiled, el punto álgido de esta segunda cara.

The Pressure’s On es la antesala a Try Me Tonight, un corte enérgico que te arranca del asiento si no habías empezado a sacudir la melena hasta ahora. Mucho me temo que si los nueve cortes anteriores no te han hecho bailar como un loco, algo malo te ocurre. Ve al médico. The Hellacopters se reserva casi lo mejor para el final, celebrando por todo lo alto un regreso que, sin llegar a brillar como sus anteriores trabajos, cumple a la perfección con su cometido. Es probable que en algún momento suene demasiado plano, aunque The Hellacopters no se ha caracterizado por innovar en sus composiciones, precisamente. Agradezco enormemente el regreso del quinteto sueco y más aún si es con Eyes of Oblivion, pero lo que más agradezco es que la factoría Nuclear Blast no le haya metido mano al contenido.

Tracklist Eyes Of Oblivion:

  1. Reap a Hurricane
  2. Can it Wait
  3. So Sorry I could Die
  4. Eyes of Oblivion
  5. A Plow and a Doctor
  6. Positively not Knowing
  7. Tin Foil Soldier
  8. Beguiled
  9. The Pressure’s On
  10. Try Me Tonight

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