«The God Machine» de Blind Guardian (2022, Nuclear Blast)

Los bardos germanos que en su momento pusieron patas arriba el panorama a finales de los ochenta con auténticas joyas del speed como Follow The Blind (1989) y Battalions Of Fear (1988), los que poco después dieron forma al power metal europeo con álbumes tan impactantes como Tales From The Twilight World (1990) o el infravalorado Somewhere Far Beyond (1992), los que popularizaron un género por entonces a punto de estallar con Imaginatios From The Other Side (1995) y que acabaron por casi dar vida a un género en sí con Nightfall In Middle-Earth (1998) acabaron por caer en la costumbre de entregar discos repetitivos y sosos tras tocar las puertas del Valhalla con seis discos en los que habían puesto todo su potencial dejando a un quinteto agotado y poco inspirado para la posteridad.
La popularidad de la banda llegaría con el magnánimo Nightfall In Middle-Earth, pero a partir de aquel momento toda su carrera musical fue cuesta abajo sin frenos, entregando obras de una calidad técnica insuperable pero faltas de todo tipo de entusiasmo, dejando tras de sí discos tan olvidables como A Twist In The Myth (2006) o At The Edge Of Time (2010), olvidando el primer batacazo que se dieron con el lanzamiento de A Night At The Opera (2002), que no acabó cuajando entre el público más exigente que echaba en falta la potencia y rapidez de sus trabajos anteriores sacrificados en favor de un ritmo más sosegado y a la vez mucho más sinfónico en el que cortes como Banished From Sanctuary o Majesty no hubiesen tenido ningún tipo de cabida.
Sin embargo, The God Machine ha llegado para devolvernos a los mejores Blind Guardian, aquellos capaces de entregar obras completísimas cuidadas al más mínimo detalle. No me inspiraba mucha confianza que su frontman, Hansi Kürsch, afirmase de forma rotunda que para su undécimo trabajo de estudio habían querido regresar a sus raíces para ofrecernos un viaje nostálgico a sus discos clásicos. Al fin y al cabo, toda banda suele afirmar que su último álbum es el mejor y el más maduro hasta la fecha ¿Quién en su sano juicio tiraría piedras a su propio tejado a la hora de vender su producto?
Hansi tenía razón esta vez. Los Twilight Hall Studios de Grefrath (Alemania), propiedad de los bardos y sede habitual de sus miembros desde 1998, han sido testigos del glorioso regreso de los Blind Guardian más inspirados, que renuncian a su faceta más sinfónica para limitarse a agregar arreglos puntuales a composiciones más contundentes y pesadas, encontrando un perfecto equilibrio en cortes como Secrets Of The American Gods o Let It Be No More.

El quinteto recupera los riffs afilados de antaño con composiciones directas y machaconas en temas de absoluto deleite como Architects Of Doom, donde la banda recupera el sonido de temas como Born In A Mourning Hall o el derechazo Into The Storm, haciendo gala de sus galones en cortes al más puro estilo old school como la demoledora Violent Shadows o la mortal Blood Of The Elves, con la que además han rendido homenaje a la franquicia The Witcher de la forma más auténtica. Para la posteridad quedan cortes de lo más inspirados como puedan ser Destiny o Life Beyond The Spheres, que sin llegar a sentar cátedra logran posicionar a la banda en el lugar que nunca deberían haber abandonado: el olimpo del power europeo.