Assimilator estrena su álbum homónimo este viernes

El cuarteto de death metal de la vieja escuela Assimilator procedente de Indiana, conocidos anteriormente como Death On Fire, ofrece un sonido brutal con la nueva encarnación de una banda que combina a la perfección el death metal con el thrash estadounidense más sucio. Explotando a la vida con el nuevo álbum homónimo, Assimilator se aventura sin miedo en el vacío.

«Assimilator es un álbum fuertemente influenciado por OSDM, thrash, NWOBHM y la escena de Gotemburgo de mediados a finales de los 90. Es agresivo, va al grano, y líricamente oscuro y cínico. Es todo lo que amamos del metal«, afirman los miembros de la banda, que por el momento ya han estrenado tres adelantos de su obra.

La banda ha sufrido una transformación que les ha brindado un nuevo nombre e imagen para adaptarse mejor a esta nueva dirección musical, pasando de un proyecto pequeño a una banda completa configurada para escribir, grabar y hacer giras. Assimilator descubre un sonido monstruoso que produce una experiencia auditiva cruda e intensa. Slave se adhiere más a la pista de estilo thrash tradicional, mientras que A Heart So White ve al cuarteto experimentar con un estilo de composición más inusual. Tonos de angustia y amargura se evocan a través de los riffs ruidosos, los ritmos rápidos y las voces demoníacas de In A Hell Of Our Design.

Intrincados motivos de guitarra y pistas se entrelazan y se desarrollan a lo largo de las pistas introduciendo elementos de un altísimo nivel aderezados con un toque progresivo en cada uno de los cortes que componen el álbum. Las texturas distorsionadas de The Fall, por ejemplo, realzan la atmósfera del disco. Our Bitter End/Witch Hunter es un viaje duradero compuesto por ritmos potentes, melodías elaboradas y voces demoníacas que nos conducen a través del abismo; es una conclusión brutal.

Acelerando la oscuridad cada vez más imponente, Assimilator se esfuerza aún más por derribar los límites impuestos y desatar su música pesada y contundente. Cada canción tiene una identidad distintiva que atrae a los fanáticos de los subgéneros de metal extremo. El asimilador pone a soportar lo oscuro y lo diabólico.